Entornos enriquecidos de aprendizaje e imágenes

Denomino entorno enriquecido de aprendizaje (EEA) a aquel que habilita, de una manera armoniosa, la utilización de todos los sentidos en la adquisición de información con el objetivo específico de favorecer determinados aprendizajes. En comparación con el formato áulico clásico y convencional de corte netamente educare, que persigue una consigna de aprendizaje memorístico dirigida a la superación de exámenes estandarizados, el EEA recrea con mayor fidelidad la exposición a una experiencia multidimensional y sensorial, similar a la que ocurriría de no mediar sistema o institución alguna. En el EEA, el enriquecimiento del aprendizaje proviene de múltiples fuentes (lecturas, estimulación motora, pensamiento creativo, resolución de problemas, producciones artísticas, entornos físicos), produciendo una mayor utilización de ambos hemisferios cerebrales, verificable científicamente a partir de la obtención de cerebros con un córtex más grueso, mayor cantidad de ramificación dendrítica, más prolongaciones de crecimiento y mayores cuerpos celulares (Heavy, 1990, p. 47) (cit. Jensen, 2004, p. 50).

La presencia de EEA, al desdibujar parte de la representación artificial organizada discrecionalmente dentro del aula, aumenta la naturalidad con la cual el aprendiz despliega sus capacidades neurocognitivas, generando el espacio para la expresión y participación de la emocionalidad. Durante un proceso de aprendizaje de esta naturaleza, se produce una convergencia de la racionalidad y de la emocionalidad, pues los sistemas están tan interconectados que los componentes químicos de la emoción se liberan casi de modo simultáneo con los de la cognición. Por consiguiente, ignorar los componentes emocionales en el diseño de un ambiente o experiencia de aprendizaje equivale a privar a los alumnos de aprendizajes significativos (Caine y Cainc, 1994, cit. Jensen, 2004, p. 134).

Habilitar la expresión y participación espontánea de las emociones en el proceso de aprendizaje permite dirigir la atención hacia los lugares deseados y no hacia los impuestos, creando significados originales y propios, y dejando registros en la memoria de una forma particularmente rica y compleja (LeDoux, 1999). La sinfonía entre el cerebro pensante y el cerebro afectivo aumenta el nivel de captura de información, enriquece la creación de significados y potencia el nivel agregado del aprendizaje de la persona y su rendimiento.

Los EEA representan el formato y diseño espacial y conceptual hacia el cual el espacio áulico debe mirar y migrar. En los EEA, la propensión de involucramiento del aprendiz hacia el aprendizaje es mayor y ocurre con espontaneidad, reduciendo la necesidad del direccionamiento y guía, y aumentando la disposición hacia la creación de aprendizajes significativos. Las amenazas como diseño instruccional estimulador del aprendizaje por defecto, no resultan un mecanismo eficaz, desde el momento que crean un ambiente que restringe la participación de los sentidos a través de la presencia de tensión, estrés, amenazas y ansiedad (Jensen, p. 134). La eliminación de las amenazas y creación de un clima positivo que genere confianza, curiosidad, cooperación, relación, autocontrol, favorece la dinámica de aprendizaje y el desarrollo de la capacidad de "aprender a aprender".

La evidencia científica de la conveniencia de los EEA se constituye en el argumento central a favor de un aumento de la presencia de imágenes como las de National Geographic Learning en el proceso de aprendizaje recreado por las instituciones educativas. En el trayecto hacia el desarrollo de exposiciones y expresiones multi-simbólicas del entorno, que activen consumos multi-sensoriales de información, que redunden en experiencias significativas traducidas en aprendizajes personales grabados por más tiempo en la memoria, las imágenes se presentan como uno de los recursos con mayor potencial.

Es importante remarcar la relevancia del significado en el aprendizaje, no solo como un activador de la curiosidad en una proyección futura, sino también como un mecanismo de formación de conceptualizaciones, argumentaciones y reflexiones más sofisticadas, complejas y originales.

Considerar a la imagen como un recurso superior de pensamiento obliga a profundizar el planteamiento de la metaformación, no como un nuevo término descriptor del pensamiento sino como una nueva manera de pensar y crear, que consiste en tomar un objeto -o el contenido de esa metaforma- e interpretarlo en una serie de contextos distintos (Siler, Tood; 2000, p. 266).

Las metaformas son significados novedosos, complejos e individuales que activan la curiosidad y refuerzan la implicación de los alumnos en el proceso de aprendizaje. Son novedosos pues emergen de las conexiones generadas entre la forma de percibir datos y hechos externos con experiencias ya registradas en la memoria de cada persona. Son complejos pues no están limitados por ninguna consigna ni mandato ni recorte arbitrariamente delimitado. Y, por último, son individuales pues quedan embebidos de emociones, detalles y simbologías solo explicables desde la naturaleza psicológica, emocional y neurocognitiva de cada individuo.

Las metaformas son un camino intermedio entre el análisis asilado, organizado y dosificado propuesto por el aula tradicional, y la presencia holística y espontánea de las cosas en un entorno dinámico y entrelazado. El aprendiz crea metaformas constantemente, estableciendo relaciones causales y asociaciones, categorizando y experimentando conductas y formas de interacción con el medio. Cuando el sistema de enseñanza aparta y organiza para simplificar, de la misma manera delimita la práctica natural del aprendiz hacia la elaboración de las meta formas, produciendo solo asociaciones simple, falsamente como causales, además de marcos conceptuales débiles. Por el contrario, cuando el sistema educativo utiliza recursos que intentan replicar parte de la complejidad con la cual los elementos externos se presentan en la naturaleza, de la misma manera se fortalece la capacidad del aprendiz hacia la elaboración de meta formas, produciendo asociaciones complejas, relaciones multi causales y sofisticados marcos conceptuales.

Valerse de imágenes y de sistemas simbólicos igualmente complejos, favorece abordes multi-sensoriales, despliegue de significados novedosos y producción de metaformas. El individuo desarrolla la capacidad de ver más allá de los usos corrientes que se hacen de la información, aplicando sus conocimientos y experiencias anteriores de maneras novedosas, realizando conexiones, descubrimientos e inventos (Jensen; p. 268). El despliegue de la metaformación implica el uso de la analogía, la metáfora, la hipótesis, la figura, el símbolo, el juego de palabras, el relato, la interpretación, la representación y muchos otros procesos comparativos relacionales.

Queda presentada, entonces, la fundamentación de la conveniencia del desarrollo de los EEA, provocadores de abordajes multi-sensorial hacia el aprendizaje y activadores de la curiosidad e implicación del alumno en su propio trayecto educativo. Asimismo, también queda planteado el beneficio del desarrollo de abordajes multi-simbólicos que maximicen la capacidad natural del individuo hacia la creación de metaformas y significados complejos. Finalmente, queda planteada la relevancia del uso de las imágenes en estos EEA, no ya con el fin de transmitir o transferir una carga informativa particular (más rica, compleja y memorizada más eficazmente que un texto escrito), sino como desencadenadores de un proceso valorativo y de significado absolutamente personal e intransferible.

 

Por Juan Maria Segura para Cengage Learning Latinoamérica

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