Los deberes de los educadores para el verano

Llegadas estas fechas, las escuelas van cerrando, los alumnos salen de vacaciones y los profesores hacen lo propio. Pero además de descansar, a veces sería útil preguntarnos si durante este periodo hay algo en lo que podamos mejorar.

Salir del aula. En este periodo que nos encontramos fuera del aula, que podemos visitar diferentes lugares, ya sean museos, parques, pueblos, etc., es un buen momento para darnos cuenta que el aprendizaje no se da exclusivamente dentro del aula. Recuperemos el esta idea y llevémosla con nosotros al salón de clases. Busquemos excusas para disfrutar al aire libre, de realizar más prácticas de campo, más visitas escolares.

Recupera la motivación. Según las estadísticas, los puntos débiles de los profesores son dos principalmente: la falta de motivación y la estructura repetitiva de nuestros cursos. A veces llegamos a un punto de gran comodidad donde ya tenemos un plan de estudios y técnicas elaboradas y preparadas a las cuales preferimos recurrir año con año sin darnos cuenta que con el tiempo incluso nosotros nos aburrimos de ellas. Actualizar nuestras metodologías y recursos es atractivo tanto para nuestros estudiantes como para nosotros. Te podemos recomendar que busques algo sobre gamificación o uso dinámicos de las TIC.

Encuentra las respuestas. Muchas veces durante las clases hay alumnos que realizan preguntas que incluso nosotros no sabemos responder, y que por falta de tiempo dejamos sin responder. Una buena práctica es hacer una lista con estas preguntas y durante el periodo vacacional intentar responderlas, tomarnos el tiempo de investigar para que el próximo curso tengamos las herramientas para poder sacar de dudas a nuestros alumnos. Además siempre es bueno seguir aprendiendo y mejorando nuestros conocimientos. Si algo podemos hacer es aprender junto con nuestros alumnos.

No dejar de leer. Una tarea que como maestro dejas a tus alumnos, pero ¿cuántos de nosotros seguimos el mismo consejo? No tiene que ser un libro académico, puede ser desde una revista que queríamos leer desde hace semanas o el libro que compramos hace varios años y que se encuentra empolvado en el librero. Una excelente manera de no perder el ritmo pero también de escaparnos un poco y relajarnos.

Actualiza tu vida social. A veces durante el ciclo escolar damos prioridad a nuestras tareas laborales, dejamos que la escuela consuma nuestro tiempo y abandonamos la vida social. Utiliza este tiempo para recuperar amigos, familiares y conocidos. Incluso podemos aventurarnos en las redes sociales, de esta manera podremos conectarnos con gente distinta y podemos aprender y comprender el mundo virtual al que están acostumbrados nuestros estudiantes. Además, en estas redes sociales, también hay grandes profesores que buscan crear redes y comunidades para mejorar la educación.

Descubre nuevas pasiones. Es un tiempo excelente para adentrarse en las propias pasiones. Invertir tiempo en nosotros mismos es importante para mantener un buen autoestima. A veces nos enfocamos demasiado en enriquecer el conocimiento y espíritu de nuestros alumnos que olvidamos que nuestro espíritu también necesita dedicación y cuidado.

Texto original: http://goo.gl/OErUdx

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