Y después del contenido, qué...

Mtro. Jorge Alberto Perera Gonza?lez

Sabemos que la educacio?n en la actualidad ha comenzado a sufrir una crisis, una neurosis moderna trai?da del fracaso de la modernidad que prometi?a felicidad y progreso. Por tal motivo, las condiciones actuales, han comenzado a exigir ma?s de ella, el contexto mundial presiona para que la competitividad sea internacional y las habilidades sean algo palpable en la accio?n inmediata en la resolucio?n de problemas. Ante tal circunstancia, la condicio?n postmoderna de la educacio?n, hay que pensarla entonces como un proceso de ana?lisis1, una condicio?n que busca, retomando la idea de Albrecht Wellmer, una autocomprensio?n del presente hacia un proceso cognitivo2 para no entrar en esta crisis con un referente cao?tico de destruccio?n sino a un referente de reformacio?n, en el que la cai?da se transforme en un resurgimiento hacia el intere?s hacia aquello que conocemos. Ante semejante movimiento de la educacio?n, es donde entra? la idea de la conceptualizacio?n del aprendizaje que busca ser un camino hacia esa reformacio?n educativa que va ma?s alla? del simple conocimiento para ubicarla en esa competitividad internacional del siglo XXI.

Desde tiempos de la Ilustracio?n hasta la actualidad, se ido fortaleciendo cada vez ma?s la idea de tener al alumno como centro del aprendizaje; un centro activo que se debe de conocer para formarlo y desarrollar en e?l las habilidades necesarias en el proceso cognitivo de la actualidad. Por tal motivo, considero fundamental retomar la postura moderna de J.J. Rousseau presentada en su obra Emilio o de la Educacio?n, sobre conocer antes que nada, la naturaleza del nin?o, sus procesos, elementos que resurgira?n en la esencia del constructivismo, como en Jean Piaget, al considerar la estructura intelectual del sujeto en estadios especi?ficos que determinan lo que puede comprender y aprender de manera significativa. De tal manera, es importante recalcar, que para la idea de la conceptualizacio?n del aprendizaje, es fundamental reconocer ese otro y su proceso de comprensio?n para desarrollar en e?l las habilidades en una verticalidad y horizontalidad de los aprendizajes que le permitira?n desarrollarse de manera ma?s integral.

Reconociendo ese espacio educativo, el contexto interno y externo del nin?o (alumno), tomando en consideracio?n su proceso de aprendizaje y el desarrollo de sus habilidades, es entonces que debemos preguntarnos ¿Que? estamos ensen?ando? ¿Lo ensen?ado toma en cuenta esos estadio, ese proceso vertical y horizontal de las habilidades a desarrollar en los contextos de aprendizaje? En un ana?lisis curricular, lo que podemos presenciar es que se incluyen ya algunos elementos de una educacio?n basada en competencias, una educacio?n que busca que el alumno desarrolle diferentes habilidades (competencias) en diversas a?reas promoviendo la idea de que pueda mostrar la capacidad de resolver problemas complejos. Sin embargo, escavando ma?s hacia las profundidades de esta curri?cula, se hace presente una modelo bidimensional donde se muestra so?lo lo factual y la habilidad, es decir, temas y desarrollo de habilidades. Sobre este punto, Lynn Erickson, en su texto Concept-Based Curriculum and Instruction for the Thinking classroom3, establece que esta curri?cula bidimensional tiene como finalidad cubrir los temas y desarrollar habilidades solamente. La observacio?n a esto, es que a pesar de que se toman en cuenta las habilidades, au?n el peso recae en los to?picos, lo que se esta? ensen?ando es el conocimiento de los temas para aplicarlos en el proceso de desarrollo de habilidades pero es aqui? que, bajo una lupa cri?tica de este modelo y utilizando unos lentes conceptuales, donde se puede percibir un vaci?o entre esas partes, entre lo factual y la habilidad. En el camino hacia la conceptualizacio?n del aprendizaje, se debe hacer notar que en ese vaci?o es donde entra el cuestionamiento si ¿Lo que se ensen?a realmente se comprende o se ensen?a nada ma?s por cubrir un contenido? y si ¿Las habilidades tienen un por que? o so?lo es por cubrir un esta?ndar nacional o internacional? Ante tal circunstancia, es donde el aprendizaje en conceptos, en este proceso de reformacio?n de la condicio?n postmoderna de la educacio?n, debe pensarse como una tridimensionalidad donde el nuevo elemento que entra entre los existentes es precisamente el elemento: conceptual.

La pregunta sobre que? queremos que los alumnos aprendan no so?lo debe estacionarse en los temas que necesitamos que conozcan. Si lo que se busca es reformar y que los jo?venes participen en un contexto internacional, el conocimiento debe de dar un paso ma?s y ese paso es precisamente la tridimensionalidad del aprendizaje. A partir de esta postura, el elemento fa?ctico, no es el fin u?ltimo sino es una herramienta para subir a un nivel ma?s que es la comprensio?n tal y como lo presenta el proyecto de ensen?anza para la comprensio?n (Teaching for Understanding Project- Project Zero Harvard) donde uno de sus representantes, David Perkins, busca fortalecer la idea de que la comprensio?n es aquella que puede promover una variedad de actividades que van desde explicaciones hasta generalizaciones fortaleciendo los desempen?os de comprensio?n progresiva del estudiantes. La intencio?n es dejar al conocimiento en un nivel primario que permita pasar a un estadio de comprensio?n en donde, al adentrarse en este nivel taxono?mico, el alumno podra? crear sus propias generalizaciones que sera?n ejemplo de las habilidades desarrolladas y ser competente en un mundo globalizado: “En pocas palabras, comprender es la habilidad de pensar y actuar con flexibilidad a partir de lo que uno sabe”4. De tal manera, la curri?cula debe reformarse hacia esta tridimensionalidad: lo que se sabe (fa?ctico), lo que se comprende (conceptualizacio?n) y lo que es capaz de hacer (habilidades).

Despue?s del contenido, entonces esta? el concepto. Ante la pregunta que? debemos ensen?ar, la respuesta se encamina a la idea de que la comprensio?n se establezca como un elemento fundamental para que la construccio?n del aprendizaje sea realmente significativo; que llene el vaci?o entre lo fa?ctico y la habilidad siendo un nivel secundario en el proceso de ensen?anza- aprendizaje que promueva una mayor reflexio?n y no so?lo conocer para actuar sino un comprender para crear. De tal manera, comprendiendo la progresio?n cognitiva, hay que pensar que el alumno ira? desarrollando diferentes fases de la comprensio?n a lo largo de los an?os que le permitira?n trasladar los conocimientos a trave?s de la verticalidad de los niveles –si hablamos de preescolar, primaria, secundaria y bachillerato- y la horizontalidad de sus asignaturas –entre disciplinas que promuevan una interdisciplinariedad ma?s natural-. Esta transferencia de la conceptualizacio?n del aprendizaje permite, adema?s, que los jo?venes durante su proceso cognitivo puedan aplicar lo aprendido en situaciones familiares y no familiares pues lo que retuvieron no fue un conocimiento duro, un dato, sino una comprensio?n que les ayudara? a crear soluciones adecuadas a su circunstancia y es ahi?, donde entonces la reformacio?n encuentra su mayor evidencia, cuando el alumno logra conectar su comprensio?n y la accio?n.

Grant Wiggins, en su texto “La futilidad de intentar ensen?ar todo lo importante”, establece que el problema radica en la ignorancia de los adultos de co?mo se logra una comprensio?n reflexiva y duradera5. Sabemos que las soluciones pueden ser varias, sin embargo en esta ocasio?n, enfoca?ndonos en la curri?cula, que todo profesor toma como base para su ensen?anza, debe considerar este elemento de comprensio?n, de conceptualizacio?n, para lograr que la reflexio?n y la habilidad tengan un impacto real en la resolucio?n de problemas. Adolphe Ferriere ya lo veni?a comentando en su cri?tica a la escuela tradicional, hay que interesar al alumno en sus diferentes estadios, si se cree que con lo fa?ctico y la habilidad todos los nin?os se interesan, comenta, es un engan?o. Probablemente, yo hablari?a de algo inconcluso. Deci?amos que es importante conocer al nin?o, al joven e inclusive al adulto para reconocer su estadio y tener las herramientas para hacer de lo fa?ctico algo comprensible y duradero, es ahi? donde esta? el e?xito siguiendo con la idea de Ferriere. La preocupacio?n por la estandarizacio?n del conocimiento en ocasiones nos sobrepasa, la evaluacio?n cuantitativa tiene un mayor peso al ser medible en un nu?mero o en una estadi?stica que la accio?n y la comprensio?n que esta?n en el campo de lo cualitativo. En el momento que se comprenda, que? despue?s del contenido esta? la comprensio?n que nos remite a una accio?n y e?sta a un aprendizaje significativo perdurable, es entonces que la tridimesionalidad pueda abrirse camino e involucrar a los alumnos en desempen?os de comprensio?n que lo lleven a una evolucio?n continua en su proceso cognitivo y desarrollo de habilidades.

A todo esto, sabemos, no es tarea fa?cil, pues reconocer este nivel intermedio de la tridimensionalidad del aprendizaje es complejo. Sin embargo, al tener claro el objetivo de reformacio?n educativa, que va ma?s alla? de una estandarizacio?n de conocimientos y habilidades nacionales e internacionales (modelo bidimensional), el aprendizaje basado en conceptos llevara? a los alumnos a crear sus propias teori?as que demuestren la transferencia de sus conocimientos a niveles taxono?micos superiores ejemplificados en acciones que promuevan la construccio?n de un mundo mejor, en pocas palabras, el conocimiento se establezca en un nivel primario para reconocer el nuevo elemento conceptual de segundo nivel que lleva a la profundizacio?n i?ntima de los aprendizajes desarrollando estructuras conceptuales superiores formando alumnos competitivos a nivel internacional.

 


 

1 Lyotard, Franc?ois J. La condicio?n postmoderna, 9a ed., Madrid, Ediciones Ca?tedra, 2006.

2 Wellmer,Albrecht.“La diale?ctica de modernidad y postmodernidad” en Nicola?s Casullo (comp.) El debate modernidad-postmodernidad, 2a ed.,Buenos Aires, Reto?rica Ediciones, 2004.

3 Erickson, Lynn. Concept-Based Curriculum and Instruction for the Thinking classroom, USA, Corwin Press, 2007.

4 Perkins, David. “¿Que? es la comprensio?n?” en Martha Stone Wiske La ensen?anza para la comprensio?n, Buenos Aires, Editorial Paido?s, 1999.

5 Wiggins, Grant. “La futilidad de intentar ensen?ar todo lo importante” en Educational Leadership 47 (3), 1989.

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